Llegar en mala hora al Hospital Joan XXIII de Tarragona y sufriendo un infarto de miocardio puede costarte la vida; Al parecer un vecino de dicha localidad sufrió un infarto pero llegó hacia las 4 de la tarde. La unidad de hemodinámica del centro cierra las puertas a las 5 de la tarde, y por ello no pudo ser atendido; lo tuvieron que trasladar al centro más cercano y abierto de Bellvitge en Barcelona, a unos 100 km de distancia.
La única unidad de hemodinámica de Tarragona tiene un horario de 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde, con los fines de semana tambien cerrado. Y si un paciente llega en horario justo ya no da tiempo a poder intervenir por motivos de preparación de todo el material. Estas son las consecuencias de los recortes, recortes y más recortes en todos los sectores, y en especial en el de Sanidad. Hasta hace algún tiempo el horario que tenían era diferente al actual siendo más flexible e incluso haciendose horas extras, algo que hoy en día parece ser impensable.
El paciente pudo llegar hasta el Hospital de Bellvitge con medicación y donde le diagnosticaron una trombosis. Un día despues ya estaba de nuevo en Tarragona, en el Joan XXIII. Todos estos hechos los ha puesto en conocimiento del President de la Generalitat, Artur Mas, así como al Ministerio de Sanidad ya que considera que un infarto es algo muy serio y muy grave, donde deberían haber recursos necesarios para poder ser atendido las 24 horas y no poner en peligro su vida como le ha pasado. Y hay que remarcar que en los infartos el tiempo es oro, y nunca mejor dicho, ya que el corazón si está dañado con el paso del tiempo es cada vez es más débil y vulnerable haciendo que el paciente sufra episodios más graves.
Es una pena que tengamos que llegar hasta estos puntos, y encima con una cosa tan importante como los hospitales es vergonzoso hasta donde llegaremos.
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