El gobierno de Eslovaquia hace público lo que considera un error. Los agentes de policía de dicho país colocaron varios gramos de Hexógeno (RDX) en el equipaje de dos pasajeros sin el conocimiento de estos.
El objetivo del gobierno era detectar posibles fallos en al cadena de detectación de bombas en aeropuertos. Todo ello tuvo lugar en el aeropuerto de Poprad. Al parecer el perro sólo detectó una muestra de este componente haciendo que un segundo pasajero pasara todos los controles hasta llegar a su destino de Dublín.
El gobierno se disculpa ya que el funcionario se “olvidó” de retirar esa segunda muestra. En todo momento el piloto del avión estuvo informado de la situación y despegó hacia la capital irlandesa. A posteriori cuando aterrizó este pasajero fue detenido y se informó a las autoridades irlandeses de cómo proceder con la sustancia RDX. Eslovaquia lamenta lo ocurrido pero su decisión es cuestionada de toda Europa.
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